LA ORACION (SEGUNDA PARTE)

LA ORACION (SEGUNDA PARTE)


"Orad constantemente" (1 Ts 5, 17), "dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo" (Ef 5, 20), "siempre en oración y suplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos" (Ef 6, 18)."


Nada vale como la oración: hace posible lo que es imposible, fácil lo que es difícil. Es imposible que el hombre que ora pueda pecar (San Juan Crisóstomo).


Tipos de Oración


La Iglesia invita a los fieles a una oración regulada: oraciones diarias, Liturgia de las Horas, Eucaristía dominical, fiestas del año litúrgico.

La tradición cristiana contiene tres importantes expresiones de la vida de oración.

Las tres tienen en común el recogimiento del corazón:


• Oración vocal: Fundada en la unión del cuerpo con el espíritu en la naturaleza humana, asocia el cuerpo a la oración interior del corazón a ejemplo de Cristo que ora a su Padre y enseña el “Padre Nuestro” a sus discípulos.

• Meditación Es una búsqueda orante, que hace intervenir al pensamiento, la imaginación, la emoción, el deseo. Tiene por objeto la apropiación creyente de la realidad considerada, que es confrontada con la realidad de nuestra vida.

• Oración contemplativa: La oración contemplativa es la expresión sencilla del misterio de la oración. Es una mirada de fe, fijada en Jesús, una escucha de la Palabra de Dios, un silencioso amor. Realiza la unión con la oración de Cristo en la medida en que nos hace participar de su misterio.


Recordad lo que, de Jesús, nos narran los Evangelios. A veces, pasaba la noche entera ocupado en coloquio íntimo con su Padre. ¡Cómo enamoró a los primeros discípulos la figura de Cristo orante! San Lucas, con una pincelada, retrata la manera de obrar de los primeros fieles: animados de un mismo espíritu, perseveraban juntos en oración. El temple del buen cristiano se adquiere, con la gracia, en la forja de la oración.

El Combate de la Oración
La oración es un don de la gracia y una respuesta decidida por nuestra parte. Supone siempre un esfuerzo. Los grandes orantes de la Antigua Alianza antes de Cristo, así como la Madre de Dios y los santos con El nos enseñan que la oración es un combate. ¿Contra quién? Contra nosotros mismos y contra las astucias del Tentador que hace todo lo posible por separar al hombre de la oración, de la unión con su Dios. Se ora como se vive, porque se vive como se ora. El que no quiere actuar habitualmente según el Espíritu de Cristo, tampoco podrá orar habitualmente en su Nombre. El "combate espiritual" de la vida nueva del cristiano es inseparable del combate de la oración.


La oración supone un esfuerzo y una lucha contra nosotros mismos y contra las astucias del tentador. El combate de la oración es inseparable del “combate espiritual” necesario para actuar habitualmente según el espíritu de Cristo: Se ora como se vive porque se vive como se ora.

• Dificultades principales que encontraremos en el ejercicio de la oración:


— La distracción.
— La sequedad. El remedio está en la fe, la conversión y la vigilancia del corazón.


• Tentaciones frecuentes que amenazan la oración:

— La falta de fe.

— La acedía que es una forma de depresión o de pereza debida al relajamiento de la ascesis y que lleva al desaliento.

—Debemos también hacer frente a concepciones erróneas, a diversas corrientes de mentalidad, a la experiencia de nuestros fracasos.


A estas tentaciones que ponen en duda la utilidad o la posibilidad misma de la oración conviene responder con humildad, confianza y perseverancia.
ACTIVIDADES
1. Qué tipo de oración es la que mas realizas y por qué?
2. Cuándo tienes combates en la oración que haces?
3. Qué dice la Palabra de Dios al respecto?
Responde en el panel

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